Geopolítica de las renovables

La transición energética es crucial, pero es imposible concebirla como una mera sustitución de energías fósiles por renovables.

Localización mundial de minerales clave para renovables (Agencia Internacional de la Energía)

Pensar que la transición energética consiste en sustituir energías fósiles por renovables es irreal. Su mera sustitución es imposible, dice Joan Martínez Alier, nuestro más ilustre experto en economía ecológica. En la misma entrevista con Naiz https://www.naiz.eus/eu/info/noticia/20211114/es-absurdo-pensar-en-sustituir-las-fuentes-de-energia-y-seguir-creciendo-1, el investigador de los límites minerales del planeta Antonio Valero pone un claro ejemplo:

Una instalación fotovoltaica utiliza 25 veces más materiales que una central térmica convencional. Un aerogenerador te da como mucho entre dos y cinco megavatios. Para llegar a un gigawatio, que es lo que te da una central térmica de carbón, necesitas un mínimo de 20 generadores. Pero ese aerogenerador trabaja 2000 horas al año, frente a las 6000/7000 horas de la central. Es decir, necesitas como mínimo 60 torres de más de 100 metros. Y en cada una de esas torres hay neodimio, praseodimio, disprosio, boro, acero, aluminio. Además, si quieres almacenar la energía necesitarás litio, cobalto, manganeso y cobre. Muchos de esos materiales son críticos y además se obtienen mediante combustibles fósiles”.

A la guerra por el coche eléctrico

Según un informe https://www.iea.org/reports/the-role-of-critical-minerals-in-clean-energy-transitions de la Agencia Internacional de la Energía, si se quiere cumplir los objetivos climáticos, la demanda de minerales para tecnologías energéticas limpias se multiplicará por lo menos por cuatro en 2040 y mucho más aún en el caso de los minerales para el coche eléctrico, que necesita cobalto, grafito, litio, manganeso y tierras raras para sus baterías y motores. Hoy ese coche apenas representa el 1% del parque de automóviles pero antes de diez años representará el 15% de las ventas globales. La AIE estima que en veinte años la demanda de litio se multiplicará por cincuenta y la de cobalto y grafito por treinta.

Todo el mundo entiende hasta qué punto el control del petróleo ha determinado y determina las relaciones internacionales: las guerras del Golfo Pérsico, el conflicto de Siria, el cambio de régimen en Libia, la intervención en Irak, las presiones y embargos contra Irán y Venezuela, donde ese recurso escapa al control de Estados Unidos, o las sanciones contra Rusia, potencia energética internacionalmente autónoma. El imperialismo de los recursos petroleros es algo bien conocido para la geopolítica desde por lo menos la Primera Guerra Mundial, cuando las potencias europeas pugnaron por el control del Golfo Pérsico. Pero si los yacimientos de gas y petróleo se encuentran un poco por doquier en el mundo, desde América, hasta Eurasia, pasando por África y todos los océanos, la producción de muchos de los minerales vitales para la transición energética hacia las renovables está mucho más concentrada geográficamente.

La mayor parte del mineral de cobre lo suministran solo cuatro países: Chile, Argentina, Perú y la República Democrática del Congo. China responde del 70% del suministro de tierras raras. El grueso del litio procede de tres países, Australia, Argentina y Chile, y el 80% de la producción de cobalto procede de la República Democrática del Congo.

Un simple vistazo a la localización de tales concentraciones sugiere que la transición hacia energías verdes prevista por el Presidente Biden y otros líderes mundiales puede toparse con graves problemas geopolíticos, no muy diferentes a los que en el pasado generaron la dependencia del petróleo”, dice Michael Klare, un conocido especialista en geopolítica de los recursos.

Primera potencia militar, los Estados Unidos están bastante escasos de recursos fundamentales para el nuevo paradigma como níquel, zinc o tierras raras. China que tiene mucho de lo último es vista como adversario y la campeona mundial en cobalto, la República Democrática del Congo, es, seguramente, uno de los países más turbulentos del mundo. Si para solucionar los dilemas prácticos de estos nuevos recursos -imprescindibles para un despliegue acelerado de las tres figuras clave de la nueva energética: paneles solares, turbinas eólicas y coches eléctricos- se utilizan los mismos métodos empleados actualmente con el petróleo, el mundo tiene por delante una perspectiva de agudos conflictos que, simplemente, ya no puede permitirse.

Sin decrecimiento no hay futuro

Pero incluso sin tal escenario de conflicto entre potencias por los recursos, su mera extracción exige una intensiva utilización de combustible fósil, ácidos, substancias tóxicas y agua que causan enormes perjuicios humanos en todo el planeta. Martínez Alier que lleva años confeccionando con un equipo internacional un Atlas de conflictos ambientales https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0959378020301424 , dice que, “hace 20 años no sabíamos ni qué era el litio o el cobalto, y ahora tenemos 150 materiales que generan muchos conflictos”. Todo esto nos devuelve al inicio: la transición energética es crucial, pero es imposible concebirla como una mera sustitución de energías fósiles por renovables. Hace falta un cambio de mentalidad, lo que, desde luego, no es una cuestión de angelismo individual, sino una acción política colectiva imposible sin iniciativas públicas, planificación, y estricta cooperación internacional. Imposible, quizá también, sin una catástrofe que abra los ojos a ese bicho humano colectivo que solo aprende a batacazos, y a veces ni siquiera. El tiempo dirá…

En cualquier caso, sin decrecimiento, a menos que se empiece a dejar de crecer, sin un relativo empobrecimiento de los más ricos globales que disminuya la demanda de recursos naturales y la generación de residuos, no hay transición energética posible ni salida de la crisis de civilización.

Occidente y Oriente

En países como China cuyos gobiernos conservan cierta capacidad de planificación a medio y largo plazo, es imaginable una gobernanza sobre el vector del decrecimiento, pero ¿en los países más ricos occidentales? Durante décadas su población ha sido educada en el egoísmo individualista y en el consumo a ultranza, perdiendo por el camino cualquier otra perspectiva. Se dirá, y con razón, que pocas sociedades hay más ávidas consumidoras que la china, pero allí se conserva una capacidad de sacrificio y disciplina colectiva que ha desaparecido en las sociedades occidentales. El sujeto de esas sociedades, el “ciudadano” que ha sido reducido por el neoliberalismo a mero “consumidor-contribuyente”, se parece mucho a un perfecto inútil desde este punto de vista. Las actitudes sociales ante la pandemia han vuelto a mostrar ese contraste entre los masivos botellones y las manifestaciones, por un lado, y los estrictos y disciplinados confinamientos asiáticos, que los miopes reducen a meras diferencias entre “libertad” y “autoritarismo”.

No hay economía ecológica sin justicia social. El cambio energético es para vivir de otra manera. De una manera más simple, más tranquila y menos frenética. Como dice el economista ecológico Tim Jackson (Prosperidad sin crecimiento. Icaria ed.), “la prosperidad tiene que ver con la calidad de nuestras vidas y relaciones, con la solidez de nuestras comunidades, y con un sentido de propósito individual y colectivo. La prosperidad tiene que ver con la esperanza. Esperanza para el futuro, esperanza para nuestros hijos, esperanza para nosotros mismos”. Nada de todo eso puede conseguirse sin decrecimiento, es decir sin configurar una vida mucho más austera y “pobre” para los criterios actuales.

En Occidente los gobiernos son esclavos de la dinámica creada por el capitalismo neoliberal: son incapaces de formular un programa de empobrecimiento sin perder rotundamente las siguientes elecciones ante rivales que prometan a los “contribuyentes-consumidores” lo imposible: evitar el desastre manteniendo o incrementando los actuales niveles de metabolismo social. En Asia el panorama quizás esté más abierto a una dinámica realista. No es un problema de “democracia” y “autoritarismo”, sino, me parece, de algo anterior y mucho más básico. De ahí la importancia del relevo de potencia hacia Asia al que acaso estemos asistiendo en el mundo de hoy.

(Publicado en Ctxt)

15 opiniones en “Geopolítica de las renovables”

  1. Es muy difícil vender el mantra del decrecimiento en un sistema en el que unos pocos viajan al espacio por turismo mientras sus empleados orinan en botellas para no perder ni un segundo de más en sus puestos de trabajo (o de vasallo, llegados a este punto) Incluso el que no reflexiona sobre ello se percata, instintivamente, de que a alguien le están tomando el pelo, y no es al millonario astronauta.
    No es tanto el PIB sino cómo se contabiliza, qué valor contable se asigna a cada partida y en qué términos se pondera. Una empresa comprándose sus propias acciones eleva el PIB sin producir nada, la industria del armamento lo hace subir aunque sea destruyendo lo construído en terceros países, pero en cambio el trabajo de traer hijos al mundo o el cuidado no profesional de las personas mayores no suma nada. Por ejemplo, la permacultura de Fukuoka permite producir un 20% más que la industrial con un coste energético mínimo, pero requiere un 30% más de mano de obra, no está pensada para las máquinas, así que seguramente los que manipulan alegremente las cuentas nos dirán que para el PIB no es buena idea.
    Insisto: aqui no hay que «empobrecer». Hay que empezar a entender que son más valiosos un hospital o una escuela que la mansión de Elion Musk o su puñetero fondo en Bitcoins minados a un coste energético prohibitivo. Para empezar.
    Y el PIB o que lo calculen con otros parámetros o, directamente, que lo tiren a la basura. Junto con los cohetes para turistas espaciales.

    Saludos.

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  2. Grans preguntes, com sempre …és allò de safar-se del foc per caure de nassos a les brases….. gasolina o bateries de liti, nuclears o, vent i sol, ocupant terra i mar tant com les polítiques deixin a empreses fer el que els surti dels bemolls sense tenir en compte el territori i la seva gent.
    Consumisme, la clau per la desescalada, ben cert, però, com és que per assegurar-se la jubilació els Estats promouen el tercer fill amb incentius econòmics, com ara França i també, al país del Centre, on ja s’ha aixecat la veda al fill únic. Tots sabem que quan més serem més consumirem…… llavors, en què quedem, cal disminuir la població d’humans o seguir afavorint les famílies nombroses. Tot no pot ser
    En èpoques de mon avi els homes que feinejaven a la mar, pescadors, se’ls va prohibir pescar cada dia, calia deixar reposar a homes i peixos. Ell em contava que es van tornar boixos, creien els hi seria impossible subsistir…..però va resultar que tot va anar bé, van descansar i els guanys van ser superiors o iguals. En el transcurs del temps algunes zones van imposar una veda, deixar criar als que viuen en la mar……però alguns llestos pescaven en aquelles mars, sense tenir cap possibilitat de fer-ho complir als d’altres zones, inclús recordo que van arribar barques enormes del nord, del Cantàbric. Durant anys les barques s’anaven fent més i més grans, van tornar-se bojos. Finalment, tots estan controlats via GPS……. Actualment les barques a la nostra mar estan en retrocés, se’ls hi ha controlat la mida i el volum de les captures amb unes quotes, i també, de llicències.
    Ben segur seria aplicable a tantes altres indústries si hi hagués compromís polític, com a Suècia o Dinamarca, on es paguen molts impostos a partir d’un nivell, de tal manera que en algunes cal esperar fins a tres mesos perquè et serveixin el producte per evitar no augmentar al volum de producció, mantenint l’equilibri entre guanys, producció i impostos. Altrament la balança es desequilibra.
    Les grans corporacions són les que fan més mal, són les que collen als governs aplicant el seu neoliberalisme a ultrança, altrament podríem dir-li llibertinatge, a la recerca del bé propi acaben amb el bé col·lectiu i els governs a entomar-ho, menys el Xinès o això sembla.

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  3. Muy bien su entrada. Sólo comentar que los clásicos chinos son del que los quiera leer y meditar no del señorito, un tal Xi Ping. Están bien traducidos son de todos, como Tucidides, Sofocles, Tácito, etc. Yo leí, medité y gocé a LaoTse, es tan mío como de los burócratas chinos, o más. Mi lengua materna es el castellano; hay dos obras escritas en ella que considero esenciales: el Quijote y la Historia de las cosas de Nueva España, fray Bernardino de Sahagún. Esta es triste y lúcida; explica el fracaso del cristianismo ante el poder, el dinero y el racismo. La censuraron, claro. Está ahí es de todos: chinos, negros, indios, blancos, etc. Todo es de todos. Ánimo que paralos torpes en idiomas hay buenos traductores. Salud y encantado de estar en este foro.

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  4. Efectivamente Sr. Poch, no hay salida sin decrecimiento. Cuánto daño hace el falso dogma del PIB y el irreal/ilusorio/errado mantra del crecimiento ilimitado (imposible sin recursos infinitos).
    Comparto también la reflexión de que China tiene la capacidad, los mecanismos y los elementos necesarios para modelar otro escenario a la espera de su ‘momentum’.
    Gracias por el artículo Sr, Poch.
    *Nota: Me permito añadir un título muy intersante que he leído recientemente para tener una pequeña panorámica sobre China. «China en el Siglo XXI. El despertar de un gigante». (Sergio Rodríguez Gelfenstein)

    Constituye una pequeña enciclopedia de China porque
    abarca casi todos los aspectos: su milenaria historia, sus variopintos
    fundamentos filosóficos, su política, su sociedad, su diplomacia, y el
    proceso de reforma y apertura al exterior iniciado desde 1978. Uno
    podrá hallar en él todos los aspectos que le interesa conocer sobre
    China, sobre todo, de su actualidad.

    Destaca por su profundo análisis sobre los fundamentos
    filosóficos del Estado y la sociedad china. El autor nos remite a
    Confucio, Mozi, Mencio, al taoísmo, los legalistas, los estrategas
    como Sun Zi, al budismo, al neoconfucianismo, la introducción
    del marxismo en China, el pensamiento de Mao Zedong, al aporte
    filosófico de Deng Xiaoping hasta la nueva concepción, al nuevo
    pensamiento y la nueva estrategia de Xi Jinping sobre la gobernanza
    y la administración.

    El contenido del libro está muy actualizado: posee
    capítulos referentes a la esencia y los principales rasgos del socialismo
    con peculiaridades chinas, la realización del «Sueño Chino» y el XIX
    Congreso Nacional del Partido Comunista de China, la iniciativa
    formulada por Xi Jinping de «Una Franja y Una Ruta» hasta el
    exitoso II Foro ministerial China-Celac celebrado en enero de 2018
    en Santiago de Chile.

    Dedica un gran capítulo —el V— a analizar la
    política exterior de China. Esta sección contiene una breve historia
    de la diplomacia china. El autor enfatiza que la política exterior se ha
    fundamentado en la decisión de actuar de manera independiente en
    el escenario internacional sin formar alianzas ni establecer relaciones
    estratégicas con ningún otro país, en la oposición a la fuerza y los intentos
    hegemónicos en las relaciones internacionales y en su defensa de la paz
    mundial.
    Del Prólogo: ‘Un buen libro para conocer China’ – Prof. Xu Shicheng
    Investigador Titular Instituto de América Latina
    Miembro honorario de la Academia de Ciencias Sociales de China
    Beijing, 20 de noviembre de 2018

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  5. La gran pregunta que me surge. Se convertirán Argentina y Chile en las nuevas potencias mundiales por sus riquezas de materias primas? Quizás en 20 años el panorama de riqueza cambia también hacía Sudamérica? Ya vemos qué pasa en Venezuela con el petróleo… Pero otros países como Arabia Saudí, Qatar o Emiratos se organizan mucho mejor.

    En cuanto a energía, no veo nada sobre la energía nuclear. Podemos llegar a ver un renacimiento en esto? La mayoría de las centrales son muy antiguas, pero existe una nueva tecnología que podría permitir que fuesen más segura. Eso sí, se necesita mucha investigación en el tema.

    Nadie va a apostar por un decrecimiento. Eso sería una catástrofe para los países, aunque si hablamos de algo temporal (3-5 años) podría estudiarse para llegar a una nueva forma de crecimiento.

    Un saludo

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  6. Sr. Poch, una vez más felicidades y gracias por la claridad de sus planteamientos.
    Esto tiene mala solución, el sistema económico actual está basado en el crecimiento del consumo infinito, cuando los recursos son limitados. Pero no importa, ya lo aprenderemos traumaticanemte, pero esta vez puede nos lleve a la extinción de la raza humana….y de las otras especies.
    Solamente puntualizar el dato de los aerogeneradores de 5 MW que se necesitan para cubrir el equivalente a una térmica de 1 GW, son 200, no 20. Y como bien dice los aerogeneradores producen de media solo unas 2.400 horas al año.

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  7. Está muy bien; pero un desastre lo puede causar el capitalismo «privado’ como el «público». Los chinos tienen la misma hambre de chuletones, cacharrería varia y turismo vacuo que nosotros; posible que más, viernen con hambre atrasada. La popularidad y legitimidad del PCh de basa en saciar esa hambre. O eso o la represión.

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  8. Si… opino que «Petrocalipsis» de Antonio Turiel expone de modo breve y entendible el embroglio energetico y por ende ecologico, apuntando al sistema, al capitalismo, como la causa causante del mal causado.

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  9. ===
    «En Occidente los gobiernos son esclavos de la dinámica creada por el capitalismo neoliberal: son incapaces de formular un programa de empobrecimiento sin perder rotundamente las siguientes elecciones ante rivales que prometan a los “contribuyentes-consumidores” lo imposible: evitar el desastre manteniendo o incrementando los actuales niveles de metabolismo social.»
    ===

    Bueno … los electores tienen margen sobre la eleccion del gobierno, aunque tampoco mucho y pues estan abocados a «elegir» unos gobiernos «esclavos de la dinámica creada por el capitalismo neoliberal».

    ¿Quien ha implantado esa dinamica neoliberal?

    Por supuesto, los electores no, ellos son producto y no causa; el que sean «un perfecto inútil» en tanto que » mero ‘consumidor-contribuyente’ » es algo inscrito en la educacion en y para la jerarquia, ya que ésta tiene potestad para configurar la conciencia del subordinado.

    Entonces ¿quien ha implantado esa dinamica neoliberal? ¿Los gobiernos? ¿Esos gobiernos «esclavos de la dinámica creada por el capitalismo neoliberal»?

    La jerarquia es cabrona por concepto, se arroga los meritos y beneficios, socializando, achacando al subordinado, las cargas y responsabilidades. La jerarquia es eso. Es el esquema que la Biblia ha troquelado durante los ultimos 20 siglos en la civiliacion europeo-cristiana que ha logrado implantar el capitalismo como modelo de civilizacion planetaria. Es la version mas perfeccionada de la jerarquizacion.

    Cuando la guerra decide entonces las jerarquias que emergen y ejercen son muy parecidas, pues en la guerra gane quien gane está garantizado que ganará un cabron, «el metodo» asi lo determina y no se puede resolver un problema aplicando las mismas pautas que lo causaron.

    Nunca ha sido cierto que los pueblos tienen los gobiernos que se merecen, puesto que nunca ha existido real oportunidad y potestad para decidir sobre el gobierno, pues ello implicaria autogobernarse.

    Si solo se puede elegir gobiernos esclavos de la dinamica capitalista, entonces no es el pueblo el que elige cuando vota, puesto que no solo vota mal informado si no que solo podra elegir entre una variedad de «gobiernos esclavos».

    ¿Quien esclaviza a gobiernos y tambien a los esclavizadores de gobiernos? Pues los esclavizadores de los esclavizadores, quienes tienen endeudados a los esclavizadores de los gobernados y sus gobiernos.

    El gobierno en China no esta financierizado, no esta sometido a los bancos y/o a la presion de sus endeudados enriquecidos… pero la guerra difumina los matices, lo encabrona todo.

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  10. Buenos días Rafael.
    Una opinión de un activista voluntario de base y de largo recorrido en el ecologismo social. Mejor que las opiniones de Joan Martínez Alier, a quién conozco de años, son los análisis y estudios de Antonio Turiel (https://crashoil.blogspot.com/) que lleva años, analizando el declive de los recursos energéticos y de materiales, analizando y comentando los informes del WEO, y tratando las implicaciones del colapso ecosocial en clave de resiliencia.
    Se lo recomiendo por la calidad de su trabajo.
    Aprovecho la ocasión para felicitarle por sus excelentes y documentados artículos. que difundo al máximo nivel que puedo.
    Un saludo cordial.
    Miguel M Muñiz Gutiérrez

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  11. El artículo es de lo más lucido. Es imposible mantener el tinglado. El otro día, camino del aeropuerto, el taxista se indignaba con los ecolos: derecho sacro a consumir cuántos chuletones pueda pagar. Yo usaba de mi sacro derecho a viajar donde mi tiempo y dinero permitan. Tales somos, ciudadanos- consumidores. No se ve muy bien cómo pacíficamente pueda mudarse esto. No tengo mucha fe en los chinos.
    Otra cuestión son las sociedades musulmanas y africanas: se multiplican febrilmente y, cada bebé, es una boca y un cuerpo más que pesa sobre la tierra. Las cifras del censo egipcio, marroquí, etíope, etc, etc dan vértigos. Cómo decrecer así? Tradicionalmente la solución eran las guerras, el hambre, la peste. Y ahora? Los políticos nuestros a mí dan más lástima que otra cosa: los pobres robarán poco o mucho; pero se deben a su clientela. Más chuletones y más aviones!

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